Como sabrás, existen distintas células y organismos que forman parte de nuestro sistema inmune y que se encargan de desempeñar funciones específicas, con el propósito de garantizar la salud de nuestro cuerpo, y uno de ellos son los monocitos.
En caso de que siquiera hayas oído hablar al respecto, aquí te contamos qué son los monocitos, cuál es su función y cuáles son los valores que debemos mantener en nuestra sangre.
¿Qué son los monocitos y para qué sirven?
Corresponden al tipo de glóbulos blancos más grandes de todos, por lo que juegan un papel fundamental en el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Estas células son producidas en la médula ósea y viajan hacia otros tejidos como los pulmones, el hígado, los huesos, etc., a través de la sangre.
Respecto a su principal propósito, los monocitos se encargan de promover el proceso de fagocitosis, en el cual se lleva a cabo la eliminación de ciertos microorganismos o residuos celulares. Asimismo, estas células se encargan de almacenar el hierro derivado de los eritrocitos lisados, incorporándolo a través de la expresión de receptores de ferritina y transferrina.
¿Cuáles son los valores correctos de monocitos en la sangre?
Por lo general, los monocitos constituyen entre el 3 y el 7% del volumen total de glóbulos blancos en el cuerpo, y un conteo normal corresponde a una cifra entre 100 y 800/μL en el caso de los adultos, y entre 400 y 3.100/μL en el caso de los recién nacidos.
Las variaciones en los niveles de monocitos pueden reflejar cambios en la salud del paciente. Sin embargo, un conteo bajo de monocitos suele ser una buena señal, mientras que un recuento elevado puede asociarse a enfermedades o ciertos problemas de salud.